
EL GÉNERO DRAMATICO UNA ALTERNATIVA DE CREACION Y RECREACION
La valoración descriptiva del género dramático permite la manifestación de la literatura infantil puesto que la presencia de la literatura infantil en los alumnos permite el contacto y la degustación de lo que es literatura por vía intuitiva y afectiva. Cuando llegue para el alumno al estudio preciso de la literatura, según los programas, se producirá un fenómeno parecido al que ahora se opera con el estudio de la gramática: se racionaliza y se pone nombre a lo que ya se conoce y domina por intuición. En este sentido tal vez haya que adaptar el estudio de la literatura, que se inicia en el Ciclo superior, a los conocimientos que de ella tiene el niño por sus contactos con la literatura infantil.
La literatura infantil y la literatura en general se han visto opacada por otros elementos que han logrado irrumpir en el mundo de hoy. Son muchos los elementos que han aparecido y que distraen la atención de mucho que antes se dedicaban a pasar su tiempo libre sumergido en las páginas de libros que sólo con leer lograban indagar en la imaginación y en el sentido cultural que los libros siempre logran otorgar. La televisión, los juegos de video, etc. Han entregado al mundo de hoy una nueva propuesta para aquellos pequeños seres que desde su corta edad ya comienzan a formarse. No son malos en su globalidad, pero nunca algún exceso logra ser bueno.
La literatura infantil resulta ser un gran aporte en la etapa de la niñez. Son muchas las enseñanzas que se pueden sacar de un libro, las cuales pueden venir redactadas de manera explícita o bien, implícitamente. La literatura infantil, logra además generar en el niño una especie de identificación con los diferentes personajes o bien con el escritor, lo cual se va manifestando una vez que empieza a correr el tiempo.
Los frutos de la influencia de la literatura infantil, como muchos de otros factores incorporados en la niñez, se van viendo con el tiempo y claro está que los frutos que otorga la literatura infantil son en la mayoría de las ocasiones, positivos que de alguna u otra forma aportan ya aun nivel más macro como es la sociedad. La literatura infantil aporta en los pequeños la idea de soñar, de imaginar aquello que se está relatando en las páginas que se van leyendo. Son muchas las cosas que pueden pasar por la cabeza de aquellos pequeños seres, lo cual no deja de ser un aporte si ahondamos en lo que es el raciocinio personal de cada niño.
En la literatura infantil, además de encontrarnos con palabras que se unen para dar forma a una interesante y entretenida historia, nos encontramos con apoyo gráfico que claramente acentúa este interés de los pequeños por introducirse en las páginas de un libro que se le propone. Los dibujos siempre resultan ser un gancho para que el niño tome en sus manos el libro y comience así a leer. La literatura infantil es un cúmulo de características que la hacen ser un área muy interesante dentro del mundo de la literatura.
En la literatura infantil también los colores y los formatos son importantes factores posibilitan la llamada de atención que se quiere lograr para un niño, para que este se interese por la literatura y haga de esta área, la literatura infantil, parte de su cotidiano y quizás, parte de su actividad segura al momento de escoger que es lo que quiere hacer en sus momentos libres y llegar así a convertirlo en su hobby.
La escuela no puede pretender dar cuenta de todos los posibles actores que este momento del teatro permite vislumbrar como posibles. Incluso, de todos los actores que el momento teatral requiere o genera. Su estrategia formativa no debe ser un universo extenso que abarque todos los modos posibles de hacer teatro; su estrategia debe ser finita y concreta. Nuestra propuesta implica que la escuela puede y debe definir, si se quiere: limitar, el tipo de actor que pretende formar.
El teatro en el aula, es una estrategia pedagógica, lúdica, motivadora, transversal y multidisciplinar, que parte de la inmersión de un aula completa en un proyecto dramático. Diseñado principalmente para alumnos de Tercer Ciclo de Primaria y Educación Secundaria Obligatoria, pretende, no solamente potenciar cualidades específicas tradicionales, como pueden ser la expresión corporal, la memoria, el sentido espacial o la sensibilidad artística, cuanto aglutinar al colectivo de alumnos alrededor de una empresa que pertenece a todos y a cada uno. No es solamente un área transversal, sino el eje vertebral que va a configurar todas las actividades del tiempo que le queramos dedicar (ciclo, curso, trimestre...); la trama alrededor de la cual se maquinará la vida escolar fuera y dentro del aula; la transgresión consciente y voluntaria del tratamiento de las áreas de trabajo, de por sí duras, para convertirlas en accesibles y entrañables.
En el Teatro del Aula todos los participantes han de ser protagonistas y autores porque es flexible y elástico y se valoran todas las opiniones. Este Teatro de Aula no está programado tanto para realizar un estreno teatral espectacular, cuanto para ser vivido y asimilado durante el proceso de preparación. Su meta es el camino a recorrer. No es una representación escénica -que puede, incluso, no llegar- sino el proceso que la ha generado al alumno.
El maestro es el que rescata la alternativa de construir un saber actualizado al ahora; si este modelo rescata para el teatro su condición de oficio en construcción, tenemos que decir de una vez que, para garantizar que el modelo exista como tal, el profesor también renuncia a ser tratado como un continente de contenidos. El maestro "colmado" de conocimientos que se entrega a la lucha del aprendiz en su aprendizaje ufano de ser "vaciado" "aprovechado al máximo", en últimas: saqueado, no empieza siendo nada y termina siendo menos.
La literatura infantil y la literatura en general se han visto opacada por otros elementos que han logrado irrumpir en el mundo de hoy. Son muchos los elementos que han aparecido y que distraen la atención de mucho que antes se dedicaban a pasar su tiempo libre sumergido en las páginas de libros que sólo con leer lograban indagar en la imaginación y en el sentido cultural que los libros siempre logran otorgar. La televisión, los juegos de video, etc. Han entregado al mundo de hoy una nueva propuesta para aquellos pequeños seres que desde su corta edad ya comienzan a formarse. No son malos en su globalidad, pero nunca algún exceso logra ser bueno.
La literatura infantil resulta ser un gran aporte en la etapa de la niñez. Son muchas las enseñanzas que se pueden sacar de un libro, las cuales pueden venir redactadas de manera explícita o bien, implícitamente. La literatura infantil, logra además generar en el niño una especie de identificación con los diferentes personajes o bien con el escritor, lo cual se va manifestando una vez que empieza a correr el tiempo.
Los frutos de la influencia de la literatura infantil, como muchos de otros factores incorporados en la niñez, se van viendo con el tiempo y claro está que los frutos que otorga la literatura infantil son en la mayoría de las ocasiones, positivos que de alguna u otra forma aportan ya aun nivel más macro como es la sociedad. La literatura infantil aporta en los pequeños la idea de soñar, de imaginar aquello que se está relatando en las páginas que se van leyendo. Son muchas las cosas que pueden pasar por la cabeza de aquellos pequeños seres, lo cual no deja de ser un aporte si ahondamos en lo que es el raciocinio personal de cada niño.
En la literatura infantil, además de encontrarnos con palabras que se unen para dar forma a una interesante y entretenida historia, nos encontramos con apoyo gráfico que claramente acentúa este interés de los pequeños por introducirse en las páginas de un libro que se le propone. Los dibujos siempre resultan ser un gancho para que el niño tome en sus manos el libro y comience así a leer. La literatura infantil es un cúmulo de características que la hacen ser un área muy interesante dentro del mundo de la literatura.
En la literatura infantil también los colores y los formatos son importantes factores posibilitan la llamada de atención que se quiere lograr para un niño, para que este se interese por la literatura y haga de esta área, la literatura infantil, parte de su cotidiano y quizás, parte de su actividad segura al momento de escoger que es lo que quiere hacer en sus momentos libres y llegar así a convertirlo en su hobby.
La escuela no puede pretender dar cuenta de todos los posibles actores que este momento del teatro permite vislumbrar como posibles. Incluso, de todos los actores que el momento teatral requiere o genera. Su estrategia formativa no debe ser un universo extenso que abarque todos los modos posibles de hacer teatro; su estrategia debe ser finita y concreta. Nuestra propuesta implica que la escuela puede y debe definir, si se quiere: limitar, el tipo de actor que pretende formar.
El teatro en el aula, es una estrategia pedagógica, lúdica, motivadora, transversal y multidisciplinar, que parte de la inmersión de un aula completa en un proyecto dramático. Diseñado principalmente para alumnos de Tercer Ciclo de Primaria y Educación Secundaria Obligatoria, pretende, no solamente potenciar cualidades específicas tradicionales, como pueden ser la expresión corporal, la memoria, el sentido espacial o la sensibilidad artística, cuanto aglutinar al colectivo de alumnos alrededor de una empresa que pertenece a todos y a cada uno. No es solamente un área transversal, sino el eje vertebral que va a configurar todas las actividades del tiempo que le queramos dedicar (ciclo, curso, trimestre...); la trama alrededor de la cual se maquinará la vida escolar fuera y dentro del aula; la transgresión consciente y voluntaria del tratamiento de las áreas de trabajo, de por sí duras, para convertirlas en accesibles y entrañables.
En el Teatro del Aula todos los participantes han de ser protagonistas y autores porque es flexible y elástico y se valoran todas las opiniones. Este Teatro de Aula no está programado tanto para realizar un estreno teatral espectacular, cuanto para ser vivido y asimilado durante el proceso de preparación. Su meta es el camino a recorrer. No es una representación escénica -que puede, incluso, no llegar- sino el proceso que la ha generado al alumno.
El maestro es el que rescata la alternativa de construir un saber actualizado al ahora; si este modelo rescata para el teatro su condición de oficio en construcción, tenemos que decir de una vez que, para garantizar que el modelo exista como tal, el profesor también renuncia a ser tratado como un continente de contenidos. El maestro "colmado" de conocimientos que se entrega a la lucha del aprendiz en su aprendizaje ufano de ser "vaciado" "aprovechado al máximo", en últimas: saqueado, no empieza siendo nada y termina siendo menos.
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