1. ¿Será que la educación actual sesga la enseñanza de la literatura infantil?
ğ Es importante tener en cuenta que los contactos del niño con la literatura infantil exigen del educador conocimientos suficientes de literatura infantil. Pero no exclusivamente literarios, valga la redundancia, sino también psicopedagógicos. Del ensamblaje previo de ambos derivarán las estrategias para regular los contactos con oportunidad y aprovechamiento, así como los diseños de actividades pertinentes y la tecnología educativa conveniente.
En la medida en que el contacto con la literatura moldee al niño, su estudio por parte del maestro reviste caracteres eminentemente pedagógicos o psicopedagógicos. En la medida en que el educador tenga que trazar las estrategias para regular los contactos se aproximará a lo didáctico. Pero esta aproximación ha de estar presidida por principios psicopedagógicos. En consecuencia, si puede hablarse de una didáctica de la literatura infantil, realmente débil y restringida, hay que reconocer que existe objetivamente, una pedagogía de la literatura infantil que se ejerce por ella misma y que contempla las formas y procedimientos por los que la propia literatura infantil educa al niño. Estos tienen que ser objeto de descubrimiento y estudio por parte del educador, pero operarán independientemente de él. Utilizar la literatura infantil con fines didácticos próximos e inmediatos no pasa de ser una mera instrumentalización de la misma que conduce a agotar sus frutos más importantes que el niño puede extraer de su contacto con ella.
2. ¿Cuáles cree que son las bondades y las falencias de la recepción literaria en la actualidad?
ğ En la actualidad, contrariamente a lo que muchos se imaginan, hay todavía quienes ponen en tela de juicio la existencia de una literatura infantil, como remontándonos a épocas pretéritas, en las cuales se tenía el concepto de que el niño era un adulto en miniatura, y que los autores escribían para todos los hombres -niños y adultos-, sin considerar la infancia como un período especial en la vida del individuo. Sin embargo, desde que el niño ha asumido el lugar que le corresponde en el contexto social y ha sido reconocido como tal, con derecho a ser respetado y protegido, se han modificado las relaciones padre-hijo, maestro-alumno, adulto-niño, del mismo modo como se ha modificado el concepto de que toda literatura válida para los adultos lo era también para los niños.
Hoy, cuando la psicología, pedagogía y lingüística han demostrado que el niño se diferencia del adulto en muchos aspectos, los doctores de la literatura no tuvieron otra alternativa que aceptar la idea de crear una literatura infantil, que sustituya a los mamotretos que los niños leían en las recámaras y los centros educativos. Como grandes bondades vemos como la actual literatura brinda al niño un sinnúmero de palabras que armoniosamente organizadas poseen un alto potencial semántico que enciende el motor del pensamiento en el niño y lo sumerge a un mundo fantástico donde la imaginación y la creatividad son el puente que enlaza sus sueños con la realidad vivida.
3. ¿En qué medida las condiciones socioculturales inciden en la recepción de la literatura creativa?
ğ Educar en la creatividad es educar para el cambio y formar personas ricas en originalidad, flexibilidad, visión futura, iniciativa, confianza, amantes de los riesgos y listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les van presentado en su vida escolar y cotidiana, además de ofrecerles herramientas para la innovación. La creatividad puede ser desarrollada a través del proceso educativo, favoreciendo potencialidades y consiguiendo una mejor utilización de los recursos individuales y grupales dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje. Siguiendo con estas ideas no podríamos hablar de una educación creativa sin mencionar la importancia de una atmósfera creativa que propicie el pensar reflexivo y creativo en el salón de clase. La concepción acerca de una educación creativa parte del planteamiento de que la creatividad está ligada a todos los ámbitos de la actividad humana y es el producto de un devenir histórico social determinado.
4. ¿Cómo pueden los docentes promover y aplicar una educación creativa?
Con el ingreso a la escuela, el comportamiento del niño entra en una nueva fase de su evolución, porque las condiciones de aprendizaje y el trabajo escolar son diferentes. Veamos:
a. El marcado sentido de la realidad, abre nuevas perspectivas a una educación del pensamiento creativo, para lo cual el maestro debe encontrar nuevas estrategias fomentando el manejo de objetos, ideas, animando al niño para que logre cosa nuevas estimularlo su sensibilidad y desarrollando su facultad de escuchar.
b. La actitud interrogativa del niño alcanza la máxima actividad en la edad escolar, hace muchas preguntas y no deja pasar la oportunidad de hacer observaciones críticas.
c. Aunque el niño en edad escolar acepta reglas y el orden de las cosas.
d. En el niño de la escuela primaria, al memoria alcanza rendimientos máximos tanto la inmediata como la durable y puede estimularse a través de los poemas, las coplas, las narraciones, las leyendas, los juegos de lenguaje y todas las demás actividades.
5. ¿de que manera puede la familia ser promotora de creatividad?
ğ El promotor de la creatividad del niño es sin lugar a dudas el hogar, siendo el factor decisivo para el desarrollo y fomento de comportamientos creativos del individuo. La familia como institución social cumple con la responsabilidad de lograr la formación la formación de los miembros que a ella pertenece; busca que cada individuo que la integre realice su capacidad de ser plenamente, a través de: la individualidad, la originalidad y la comunicación. La familia es pues, el lugar privilegiado para que el niño desarrolle todas sus potencialidades cognitivas, motrices y por ende la actitudes y las realizaciones creativas.
6. ¿Cuáles son los textos literarios infantiles que más recuerda de su formación literaria?
ğ La verdad no tuve conocimiento de libros infantiles propios de mi edad y en mi tiempo de escuela los libros eran muy difícil comprarlos y leerlos, pues la profesora no me leía y mucho menos me inducia la lectura. Recuerdo que los libros que llegaron a mis manos y lo que conocí de cuentos eran unos mini cuentos que median 20cm X 20 cm y los obtenía en los caramelos que comía.
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